Con el paso de los años y algunos hábitos como la alimentación o el tabaco, los dientes pueden perder parte de su brillo y su color original. Si embargo, en la edad adulta es fundamental mantener una dentadura armónica y luminosa, porque es algo que nos condicionará tanto en nuestra vida personal y afectiva como en nuestras relaciones sociales y profesionales. El blaqueamiento dental es un tratamiento estético, pero que puede influir muy positivamente en la calidad de vida y el nivel de autoconfianza de una persona. En Branz recuperar el brillo de tu sonrisa es más fácil que nunca, porque lo harás cómodamente en tu casa y a tu ritmo, siguiendo las pautas marcadas por nuestros odontólogos.
Preguntas frecuentes de nuestros pacientes
¡Nunca es tarde para mejorar tu boca!.
En un mundo tan visual, donde la estética está cobrando un papel tan importante en las relaciones personales, sociales y profesionales, cada vez más pacientes que han alcanzado la madurez optan por un tratamiento de ortodoncia.Si la salud de las piezas dentales es la correcta, no existe una edad en la que no se recomiende un tratamiento de ortodoncia.
¡En Branz tenemos pacientes de más de 60 años que están felices con su tratamiento!.Lo que si se debe tener en cuenta es la posible ausencia de piezas dentales habitual con la edad y el paso del tiempo. En caso de presentar ausencias dentales, será recomendable siempre que sea posible combinar el tratamiento de ortodoncia con implantología para reponer las piezas dentales perdidas.
Los brackets estéticos se suelen fabricar en varios materiales diferentes: en general, cristal de zafiro, porcelana o cerámica.
Algunos brackets estéticos de cerámica se pueden volver amarillos con el tiempo, especialmente si fumamos o tomamos a menudo alimentos que puedan teñirlos, como el chocolate, el té negro o el café.
En cambio, los brackets de zafiro son siempre transparentes y se adaptan por tanto al color del resto del diente, no amarilleando ni cambiando de color con el tiempo. Ese es el motivo por el que en Branz, cuando se trata de un tratamiento de ortodoncia estética, trabajamos siempre con brackets de zafiro.
La ortodoncia busca lograr la correcta oclusión y alineamiento de todos los dientes, logrando una sonrisa armónica, simétrica y estética. No obstante, es obvio que para poder posicionar todos los dientes en un mismo plano, es necesario que la boca disponga del espacio necesario para poder lograrlo.
Si bien en la niñez, al no estar el paladar completamente soldado, sí es posible “ensanchar” la boca con apartatos ortopédicos y habilitar ese espacio para la correcta erupción de todos los dientes definitivos, en la adolescencia y la edad adulta esto ya no es posible. Por tanto cabe la posibilidad de que, al acudir al ortodoncista, te comente que debido a un paladar estrecho sea necesario extraer alguna pieza dental para que las que se mantengan en la boca dispongan del espacio suficiente.
Por ese motivo en Branz decimos siempre que es muy importante iniciar un tratamiento de ortodoncia en la niñez, cuando aún estamos a tiempo de obrar los cambios estructurales necesarios en la boca, y no esperar a la adolescencia. Así que si eres adulto pero tienes hijos te recomendamos que no esperes más y nos visites con ellos.
Si los dientes superiores están por delante de los inferiores, el problema puede estar en la posición y la relación del hueso maxilar (la arcada superior) y la mandíbula (la arcada inferior). Tener los maxilares en su posición correcta es muy importante, y este es un problema que si se trata en la niñez puede evitar tratamientos muy complejos (incluso cirugías) más adelante.
Así, una mandíbula inferior atrasada respecto al maxilar puede provocar problemas a la hora de masticar o de hablar correctamente, y un hueso maxilar superior demasiado prominente puede provocar, además de estos problemas, la pérdida de piezas dentales. En cualquiera de estos casos el procedimiento será el mismo: siempre que se pueda usar aparatos de ortopedia infantil, con una adaptación rápida por parte del niño, para corregir la estructura ósea alterada.
Por contra y como hemos comentado en la pregunta anterior, si el problema es solo dental (la relación entre maxilar y mandíbula es correcta, pero los dientes “apuntan hacia afuera”), puede deberse a malos hábitos como interposición labial (poner los dientes superiores por encima del labio inferior), deglución atípica (empujar con la lengua al tratar) o succión digital (chuparse el dedo más tiempo del necesario). En estos casos, bastará con un tratamiento de ortodoncia para devolver los dientes a su posición natural.
La maloclusión puede tener infinidad de causas, pero las consecuencias de todas ellas pueden afectar no solo a la alineación de los dientes, sino también (y mucho más importante) al desarrollo facial, la masticación, el lenguaje o sus relaciones sociales.
La mayoría de las maloclusiones suelen ser hereditarias, y pueden tener muchas manifestaciones. Desde apiñamientos por falta de espacio en la boca, excesivo espacio entre los dientes, agenesias (que no erupcione el diente definitivo porque no hay germen creado y el niño conserve siempre el diente de leche), dientes supernumerarios (tener más dientes de los que toca, problemas mandibulares como mordida cruzada, mordida abierta, mentón adelantado al maxilar, etc…Luego, también hay otras maloclusiones no hereditarias, que son provocadas por el propio niño de manera inconsciente como consecuencia de usar el chupete demasiado tiempo, de chuparse los dedos, respirar siempre por la boca, o incluso un traumatismo, alguna enfermedad o la pérdida prematura de dientes.
En todos los casos el ortodoncista será el profesional específico para solucionar los problemas de mordida del niño y prevenir los problemas que se puedan derivar en un futuro.
Las causas pueden ser de lo más diversas, como el consumo de alimentos y bebidas que tiñan los dientes, el tabaco, ciertos medicamentos, enfermedades, o simplemente la edad o un factor genético, por ejemplo. Por suerte, en prácticamente la totalidad de casos un blanqueamiento permite recuperar varios tonos de color y devolver a tu boca una sonrisa blanca y radiante.
En una primera visita se tomarán medidas de tu boca, a partir de las cuales realizaremos unas férulas a medida que encajarán perfectamente en tus dientes. Ya en casa, y siguiendo las pautas y revisiones que te marquen nuestros odontólogos, todo lo que tendrás que hacer es aplicar el gel blanqueador a las férulas y ponértelas mientras duermes. También puedes realizar el tratamiento de día, si bien es necesario que te laves bien antes los dientes.
A diferencia de otros blanqueamientos por láser que son ligeramente más agresivos y pueden molestar y/o requerir la administración de analgésicos, el blanqueamiento dental en casa es raro que moleste. Si se puede notar, dependiendo del paciente, un aumento de la sensibilidad dental al frío durante y después del tratamiento. Pero no te preocupes, esa sensibilidad desaparece en un par de días al terminar el tratamiento.
Si bien dependerá del color natural de tus dientes, con nuestro blanqueamiento en casa empezarás a ver resultados visibles y como tus dientes empiezan a recuperar su brillo en apenas unos días. Es por tanto un tratamiento de efecto muy rápido, y si mantienes una correcta higiene bucal y cuidas tu alimentación y hábitos diarios, de larga duración.
Básicamente son las mismas que recomendamos para evitar el oscurecimiento dental en cualquier paciente, como no ingerir alimentos o bebidas que decoloren los dientes como pueden ser café, colorantes, Coca-Cola y bebidas gaseosas, no fumar, y por supuesto ¡mantener una correcta higiene bucodental y acudir puntualmente a tus revisiones en Branz!
En principio nuestro blanqueamiento no debería tener ningún efecto secundario. Si acaso, dependiendo del grado de sensibilidad del paciente, de si se ha realizado más veces el tratamiento y cuando fue la última vez, o de como responda el diente, puede presentarse cierta sensibilidad al frío que desaparece al cabo de muy pocos días.
En la familia Branz, lo más importante es el paciente y su satisfacción es nuestra prioridad.
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